MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) –
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del departamento de Inmunología de la Universidad Complutense de Madrid han logrado identificar un nuevo “guardián” de las bacterias intestinales.
Concretamente, el trabajo, publicado en la revista ‘Immunity‘, ha identificado un mecanismo a través del cual algunas familias de bacterias que habitan en el intestino, como ‘lactobacillus’, refuerzan la barrera intestinal favoreciendo la relación de beneficio mutuo existente y evitando la aparición de inflamación.
Unos resultados que, a juicio de los expertos, pueden tener potenciales implicaciones en las enfermedades asociadas con el aumento de diseminación de las bacterias comensales por el organismo, como los trastornos metabólicos.
“Nuestra investigación demuestra que hay moléculas presentes o secretadas por estas bacterias intestinales que se unen específicamente a un receptor llamado ‘Mincle’ (Clec4e). Dicho receptor está expresado en las células del sistema inmunitario innato presentadoras de antígeno -llamadas células dendríticas- y cuya función es fortalecer la barrera intestinal”, ha comentado el director del laboratorio de Inmunobiología del CNIC, David Sancho.
La función de la barrera intestinal es restringir el área o la localización de los microorganismos ‘comensales’ para que permanezcan únicamente en el intestino. De hecho, ya se sabe que algunas enfermedades o determinados factores, como el tipo de alimentación, pueden debilitar la barrera intestinal y, como consecuencia, se genera inflamación sistémica que se asocia a enfermedades autoinmunes o metabólicas.
A juicio de los investigadores, una nueva estrategia para reducir estas patologías puede ser el uso de probióticos, microorganismos ‘beneficiosos’ que viven en el intestino, o prebióticos, alimentos que favorecen el crecimiento de estos microorganismos ‘beneficiosos’ puede constituir, aunque sus mecanismos de actuación son por ahora desconocidos.
INTERACCIÓN DE LAS BACTERIAS CON EL RECEPTOR ‘MINCLE’
Por otra parte, los científicos han demostrado que la interacción de las bacterias comensales con el receptor ‘Mincle‘ contribuye a una respuesta inmunitaria cuya función es mantener a estas bacterias en el intestino. Además, evita su diseminación al hígado y otros órganos donde pueden producir trastornos inflamatorios y metabólicos.
No obstante, cuando dicho receptor no está presente se produce un incremento en el número de bacterias que son capaces de escapar del intestino y alcanzar al hígado, generando allí inflamación y cambios metabólicos. Estos datos señalan a ”Mincle” como una posible diana para futuras terapias que pretendan reforzar la barrera intestinal en enfermedades o situaciones en las que esta se ve debilitada.
Del mismo modo, tal y como ha detallado el codirector de la investigación, Salvador Iborra, en el trabajo se ha observado una reducción de los linfocitos intestinales productores de las citoquinas IL-17 e IL-22 en los ratones deficientes en ‘Mincle’. “En presencia de ”Mincle” las bacterias comensales promueven esta respuesta inmunológica, reforzando la barrera intestinal y evitando así la inflamación sistémica”, ha explicado el experto.
Finalmente, los investigadores han visto que la administración de microorganismos comensales, como ‘lactobacillus’, durante el desarrollo temprano de los ratones refuerza la barrera intestinal, a través de su interacción con el receptor ”Mincle” en las células dendríticas del intestino. “La identificación de nuevas vías moleculares de comunicación entre el sistema inmunológico del hospedador y los microorganismos comensales resulta vital para poder intervenir cuando hay una alteración en la relación de mutuo beneficio”, ha zanjado la primera autora del estudio, María Martínez-López.
FUENTE: Infosalus