Antiguamente se creía que la vitamina D solamente tenía efectos en el metabolismo óseo, pero tras encontrar receptores de la misma en múltiples tejidos, se ha empezado a estudiar su acción por el cuerpo. Entonces, ¿qué relación tiene la vitamina D y la diabetes tipo 2?
La deficiencia de vitamina D (VD) es algo que nos acompaña en la actualidad. La SEENC (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición) declaró el estado de epidemia en España a finales de 2018.
Por otra parte la diabetes T2 es una de las enfermedades con más prevalencia de la actualidad. Los casos han ido aumentando en los últimos años y entender todos los factores que influyen en ella es de vital importancia. Esta patología se produce tras un descontrol de los niveles de glucosa en sangre por un déficit de secreción insulínica o un mal funcionamiento de la misma.
A continuación veremos todos los factores por los que la VD puede interferir en la diabetes:
• Uno de los lugares dónde se han encontrados receptores de la VD es en las células beta (CB) del páncreas (encargadas de la síntesis y secreción de insulina). En un estudio con ratones se comprobó que aquellos que no tenían receptores de VD sufrían alteraciones en la secreción de insulina.
• Además, esta vitamina regula el flujo del calcio en las CB. El déficit de VD desestabilizaría el equilibrio del calcio afectando a la secreción de la insulina.
• Por su efecto antioxidante, con niveles adecuados se ayudaría a reducir esa resistencia a la insulina en casos de inflamación sistémica.
• Concentraciones irregulares de calcio intra y extracelular pueden “romper” la molécula transportadora de la glucosa (GLUT-4) en tejidos sensibles a la insulina.
• Mejora del funcionamiento de las CB tras reducir la hiperactividad del sistema renina-angiotensina-aldosterona (regulador de presión arterial)
Entonces, ¿qué sucede cuando suplementamos con VD a pacientes diabéticos?
Los estudios muestran resultados poco claros. Aunque se debe seguir investigando, parece que conseguir buenos niveles de VD activa podría ser una mejora para esta patología con el fin de mejorar la homeostasis de la glucosa. Dosis alrededor de 4000 UI/día podría ser una opción. Una cantidad mucho más elevada que la dosis recomendada actualmente.
Esta revisión de estudios nos deja claro que la VD es un factor claro en la diabetes T2. Mejorar los hábitos alimentarios, bajar de peso y practicar ejercicio físico es la base para el tratamiento y prevención de la enfermedad. Ahora, podemos tener también en cuenta los rangos de VD para poder atacar por muchos más frentes.
Bibliografía: Nutrients MDPI
Autor: Alejandro Luque Figueroa